jueves, 22 de noviembre de 2007

Día Internacional de la Música


Santa Cecilia, patrona de la música, sufrió martirio en torno del año 200 d.C. en Roma o en Sicilia. La iglesia de Santa Cecilia, en Roma, fue construida en el siglo IV probablemente en el mismo lugar en donde la santa habitara, y en el que también fuera muerta. La iglesia actual, reconstrucción de la anterior, está fechada pocos años antes al 1600.
La relación de santa Cecilia con la música es sombría y algo extraña. Existen algunas vagas leyendas que la muestran atrayendo a la tierra a un ángel por medio de su canto, o bien cantando durante su martirio, y otras semejantes, pero no se fundan en los textos más antiguos.
Fueron probablemente los pintores hacia comienzos del siglo XV, apoyados obviamente en las creencias populares de la época, los responsables de haber divulgado la idea de que santa Cecilia era música, con la introducción de instrumentos musicales en sus cuadros, en donde aparece con arpa, órgano y otros instrumentos musicales. Un estudio importante y esclarecedor es el de Dom Gregory Murray en Music and Liturgy, enero de 1938, sugiere que la asociación de la santa con la música surgió de la mala interpretación del texto de la antífona que se canta en su día; opinión interesante pero lejos de una fundamentación sólida.
El día de santa Cecilia es el 22 de noviembre. La primera fiesta musical en su honor de que se tenga noticia, se realizó en Evreux, Normandía, hacia 1570. Parte de la celebración revistió la forma de un torneo entre compositores, y Orlando di Lassus (compositor flamenco, 1530-1594) figuraba entre los que obtuvieron premios.

Otras celebraciones musicales se realizaron también anualmente durante períodos más o menos largos en diversas ciudades europeas de Francia, España y Alemania. En Río de Janeiro, Brasil, ha contado con celebraciones anuales a partir de 1919 y quizás nteriormente.

Muchas sociedades musicales, desde principios del siglo XVI en adelante, han tomado el nombre de la patrona de la música. Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594) fundó una en Roma y en 1847 Pío IX la convirtió en una academia para el fomento de la música eclesiástica, que existe aún y tiene gran importancia. En el año 1867 se fundó una "Sociedad ceciliana para los países de habla germánica".

La sola intervención de un gigante como Palestrina, quien fuera maestro de capilla de la Sixtina, alcanza para haber consagrado al 22 de noviembre "Día Internacional de la Musica".
Queda por dilucidar severamente cuál es la relación de santa Cecilia con la música. Estamos frente a un hecho realmente complejo ya que fue el mismo pueblo el que la consagró Patrona, y es tal vez esa sencillez la que confunde nuestras doctas investigaciones.

Creo que una de las ideas, aunque con escaso margen de convertirse en universal, sería la de ubicar el "día de la música" en una fecha que no caldeara el ánimo de nadie. Una de las posibles es el 21 de marzo, natalicio de J. S. Bach, pero aquí, si bien nadie en su sano juicio podría discutir su vinculación con la música, nos volvemos a encontrar con el problema: no todo el mundo, literalmente hablando, estaría de acuerdo en virtud de que un músico por genial que pudiera ser, siempre tendrá un equivalente, digamos mejor sustituto, conforme las ideas o cosmogonías de cada cultura. Veo que con este pensamiento acabo de descartar cualquier fecha que haga alusión a un músico
Vemos que en estos dos intentos de alterar la fecha hay muchos escollos para un acuerdo unánime. Tal vez no era tan mala, después de todo, la idea de dar a una santa, de dudosa vinculación a la disciplina, el título de Patrona de la Música. Es interesante destacar que bien entrados los tiempos en los que se comenzó a celebrar el 22 de noviembre como día de la música, Pitágoras -también un supuesto Tubal- seguía poseyendo el rótulo de "inventor de la música". Tenemos aquí bien diferenciadas las cosas: Patrón e Inventor, es decir, un patronazgo no significa, de por sí, invención alguna del mismo modo que Santa Bárbara no inventó la pólvora.
Pienso, ya para finalizar este escrito, que lo más importante es haber logrado reunir en torno de una fecha a gran parte del mundo. Si alguna vez se lograra demostrar palmariamente que santa Cecilia no poseía conexión alguna con la música, dudo mucho que paralelamente se operara un cambio de fechas. La cultura popular la consagró Patrona y seguramente allí la dejará. De momento, y seguramente en todos los momentos, quedémonos con una celebración que simplemente pretende decir "Música, gracias por existir".

miércoles, 14 de noviembre de 2007

León del Viento

Alguna vez, por otras casualidades (cuántas ya...) fuí a verlo presentar Bandidos Rurales, un trabajo importantisimo. En ese recital, pasaron imagenes de videos, sobre su trayectoria, sobre sus trabajos en todo el país y siempre en una actitud solidaria. Recuerdo que salí de ése recital, y ya en casa, con mis entrañables mates solitarios y nocturnos, escribí ésto esperando tener la oportunidad de entregarselo en mano propia. Aguante León:

A León Gieco

Lo necesitaba. Necesitaba ése casual encuentro para encender una fogata olvidada. Y necesitaba que sea casual, que sople el viento mis cenizas aun vivas, ése viento que pueblan sus palabras. Y así fue, que así sea...Rugían tonos de memoria cuando supe que algo se estaba generando en mi, o mejor dicho, re- generando. Y aunque su agreste voz resonaba en el torrente pacífico de mi sangre, el remolino no tardó en hacerse sentir. Y mi corazón quiso rugir, mientras que la sangre que llegaba a mi cerebro provocaba deseos de ser como él, o de compartir una canción con él, sueños de llegar a su edad y dormir tranquilo sabiendo que estás haciendo las cosas bien aunque te quieran vapulear, como a él. Ilusión de defenderme como un león cuando me ataquen como a una rata para mostrarles otra verdad, quizá la verdadera. En fin, deseos de hacer una canción verdadera y universal pidiendo a Dios sólo una cosa, o dos.Lo necesitaba. Creí haber apagado el ingenuo pensamiento de que la solidaridad era un arma necesaria de aplicar en días en que la desunión, y la violencia interna, externa, y propuesta quebraban risas, dignidades, cultura y canción. Y apareció así, como el viento que pueblan sus canciones, sin pedir permiso para convertirse en una opción de camino, que alguna vez dejé de lado por temor o simplemente, simplemente, soledad.Casi sin conocerlo, apareció singular, y se hizo plural mi inspiración. Un buen tipo, de ésos que hoy ya no conozco, de ésos que hoy ya no aparecen en mi camino. ¿Qué camino habré tomado? Y tal vez apareció desde un surco paralelo, un tímido surco como el que existe en Jujuy con su nombre, para decirme que nunca es tarde, que aun existe otro camino, el que dejé equivocado por tanta soledad, que existe otra opción.Lo necesitaba y nunca lo sabrá. Porque aunque sé y confío que alguna vez lo conoceré compartiendo unos mates, jamás le diré sobre ése viento, el de sus canciones, el de su rugido. Sólo hablaremos de lo que se podría hacer para mejorarnos como pueblo. A veces las palabras condescendientes no suenan convincentes. Pero sé que él lo sabrá, y como otros vientos me han avivado una llama y lo saben, él también lo sabrá y habrá un guiño cómplice, y seguiremos adelante, todos los vientos, a poblar más canciones necesarias, más canciones solidarias, porque nos necesitamos, los que fueron, los que son y los que venimos para que la obra sea perdurable. Gracias León por el viento.